«Ritterkreuz, el premio para los héroes»
Autor: Raul Arias Ramos
64 páginas, tapa blanda
Idioma: español
El 1 de septiembre de 1939, Hitler reinstituyó la Cruz de Hierro,
condecoración creada por el rey Federico Guillermo III de Prusia en 1813
y que había sido nuevamente reinstituida en 1870 y en 1914. En esta
ocasión, con motivo del inicio de las hostilidades contra Polonia, el
Führer estableció una nueva categoría intermedia entre la Cruz de Hierro
de 1ª cale y la Gran Cruz. La nueva condecoración se denominó Cruz de
Caballero de la Cruz de Hierro y la misma fue entregada a 7361
destacados combatientes –entre ellos 43 extranjeros– a lo largo del
conflicto mundial, que se hicieron acreedores de ella por su valentía
ante el enemigo o por su precia en el desarrollo de las operaciones
militares.
Todos ellos, desde simples soldados a mariscales de campo, lucharon con
bravura por su Patria, y ésta les concedió su máxima distinción como
héroes que eran.
Según avanzaba el conflicto, el Alto Mando germano vio la necesidad de
crear grados superiores de la Cruz de Caballero. Así, se crearon las
Hojas de Roble, las Espadas, los Diamantes y, por último, todo el
conjunto en oro.
Un total de 890 militares recibieron las Hojas de Roble, 160 las Espadas, 27 los Diamantes y sólo uno, las distinción en Oro.