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La Medalla de la Campaña de Ifni: una pieza clave en las condecoraciones españolas y el coleccionismo militar
La Medalla de la Campaña de Ifni, instituida por Decreto 2464/1958, de 12 de diciembre, constituye una de las condecoraciones españolas más emblemáticas vinculadas a los conflictos coloniales del siglo XX. Esta distinción fue creada para reconocer la participación de las Fuerzas Armadas españolas en las operaciones militares desarrolladas en el territorio de Ifni-Sáhara entre 1957 y 1958, durante la conocida "Guerra de Ifni".
Descripción y simbolismo
La Medalla de la Campaña de Ifni tiene forma ovalada y está rematada por una corona imperial. Existen al menos dos variantes principales: la de tropa, fabricada en bronce patinado, y la de oficial, elaborada en metal dorado con esmaltes de colores. En el anverso se representa un jinete sobre un camello, armado con fusil y en actitud de vigilancia, sobre un fondo de desierto con palmeras y cielo azul. Este motivo simboliza la presencia militar española en el ámbito sahariano.
En el reverso se muestra el escudo franquista sostenido por el águila de San Juan, con la leyenda "IFNI - SAHARA" en esmalte azul sobre fondo blanco. La cinta es de rayas verticales en rojo, amarillo y naranja, colores que evocan el desierto y la bandera nacional.
Esta condecoración fue otorgada a militares y personal civil que participaron en las operaciones de defensa y apoyo logístico durante el conflicto. El diseño con esmaltado se reservaba generalmente para oficiales, mientras que la versión en bronce era destinada a la tropa.




Importancia dentro de las condecoraciones españolas
Dentro del conjunto de las condecoraciones españolas, la Medalla de la Campaña de Ifni representa un testimonio histórico de la última fase del colonialismo hispano en África. Su otorgamiento estuvo limitado temporalmente a quienes tomaron parte en ese conflicto específico, lo que la convierte en una condecoración de carácter excepcional y, por ende, de gran interés para investigadores y coleccionistas.
Valor en el coleccionismo militar
Desde la perspectiva del coleccionismo militar, esta medalla es altamente apreciada por su escasez relativa y su carga histórica. Las variantes en el diseño, dependiendo del fabricante y del tipo de esmaltado o montaje, incrementan su valor en el mercado. También es habitual que se busque junto con documentos originales de concesión o diplomas, lo que eleva significativamente su cotización entre aficionados a las condecoraciones españolas.
Numerosos foros y catálogos especializados en coleccionismo militar destacan esta pieza como imprescindible dentro de cualquier colección dedicada a las órdenes y medallas de España del siglo XX. Su estudio permite además reconstruir trayectorias personales de veteranos, muchas veces olvidadas por la historiografía oficial.
Conclusión
La Medalla de la Campaña de Ifni no es solo un objeto de reconocimiento militar, sino un fragmento tangible de la historia contemporánea de España. Dentro del marco de las condecoraciones españolas, se erige como una pieza de especial relevancia, tanto por su contexto de emisión como por su valor en el ámbito del coleccionismo militar. Su análisis invita a reflexionar sobre los vestigios materiales de los conflictos y la manera en que la memoria se preserva a través de los símbolos.
La Medalla de Montejurra de 1873: símbolo de legitimidad carlista
1. Introducción histórica: la Tercera Guerra Carlista y la batalla de Montejurra
La Tercera Guerra Carlista (1872–1876) constituyó el último gran intento del carlismo por instaurar una monarquía tradicionalista en España. Tras el destronamiento de Isabel II y la proclamación de la Primera República en 1873, el pretendiente carlista Carlos VII movilizó sus partidarios principalmente en Navarra, País Vasco y Cataluña.
El 7 de noviembre de 1873, el ejército liberal, al mando del general Domingo Moriones, intentó tomar Estella, capital simbólica del carlismo. Las fuerzas carlistas, dirigidas por el general Nicolás Ollo, resistieron con éxito durante tres días consecutivos, obligando a los liberales a retirarse. Esta victoria consolidó la posición carlista en la región y fue proclamada como signo de la protección divina sobre su causa.
2. La creación de la Medalla de Montejurra
El mismo 9 de noviembre de 1873, Carlos VII decretó la creación de una medalla para premiar a los combatientes que participaron en la defensa de Montejurra. La condecoración debía otorgarse a generales, oficiales, suboficiales y soldados, como símbolo de gratitud y prueba del mérito militar carlista.
El decreto original señalaba:
“Los Generales, Jefes, Oficiales y clases de tropa del Real Ejército que tomaron parte en la gloriosa batalla de Montejurra los días 7, 8 y 9 de noviembre del presente año, recibirán una medalla conmemorativa, signo de la gratitud del Rey y recuerdo eterno de su valentía”.
3. Descripción física y simbólica de la medalla
La Medalla de Montejurra tiene forma de cruz griega de brazos rectos. En el brazo superior se lee “DIOS”, en el izquierdo “PATRIA” y en el derecho “REY”, la conocida tríada del lema carlista. En el centro, un medallón circular ostenta la inscripción “7.8.9. NOVIEMBRE 1873” rodeada por la leyenda “PATROCINIO DE LA Sma. VIRGEN”.
Los ángulos de la cruz están decorados con flores de lis, emblema asociado a la monarquía legítima. La medalla se remata con una corona real y cuelga de una cinta de color rojo, símbolo de la sangre derramada y del compromiso con la causa carlista.
Este diseño no solo conmemora una acción militar, sino que encapsula la ideología carlista: legitimismo dinástico, fe católica y apego a la tradición hispánica.


4. Producción y variantes
Las medallas fueron fabricadas en bronce y plata, probablemente en talleres de Austria o Francia, donde el carlismo mantenía apoyos y relaciones diplomáticas. Existen variantes en tamaño, calidad de acuñación y tipo de corona, lo que indica diferentes emisiones, posiblemente por la escasez de recursos y la necesidad de distribuir rápidamente las distinciones.
Algunas piezas presentan ligeras diferencias en el trazo de las inscripciones o el modelado de las flores de lis, lo que ha generado interés entre coleccionistas y expertos en falerística.
5. Legado histórico y coleccionismo
Tras la derrota final del carlismo en 1876, la Medalla de Montejurra se convirtió en un emblema nostálgico para los seguidores de la causa tradicionalista. Durante el siglo XX, especialmente en los años 60 y 70, el monte Montejurra fue escenario de peregrinaciones carlistas, reforzando el valor simbólico de la medalla como icono de resistencia.
En el ámbito del coleccionismo, esta medalla es especialmente valorada por su rareza y carga histórica. Su análisis permite entender mejor la identidad carlista y su proyección en el imaginario militar y religioso del siglo XIX español.
España - La Real y Militar Orden de San Hermenegildo
La Real y Militar Orden de San Hermenegildo es una de las distinciones más prestigiosas dentro del ámbito militar español, una condecoración que trasciende el tiempo y que sigue siendo un emblema de reconocimiento a la lealtad, la constancia y la conducta intachable de los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil. Instituida hace más de dos siglos, esta orden combina tradición histórica con un propósito contemporáneo, destacándose como un símbolo de mérito personal y dedicación al servicio.
Orígenes e Historia
La Orden fue creada el 28 de noviembre de 1814 por el rey Fernando VII, al concluir la Guerra de la Independencia Española contra las fuerzas napoleónicas. En un contexto de restauración monárquica y de valoración de la lealtad militar, el monarca buscó establecer una distinción que premiara a aquellos oficiales y suboficiales que, más allá de sus obligaciones, demostraran una entrega excepcional. Para dotarla de un carácter elevado y solemne, se decidió vincularla a San Hermenegildo, un príncipe visigodo del siglo VI que fue martirizado por mantenerse fiel a su fe cristiana, convirtiéndose en un símbolo de sacrificio y fidelidad.
El primer reglamento de la Orden se publicó en 1815, y desde entonces ha sido objeto de varias actualizaciones para adaptarse a los cambios sociales y normativos de las Fuerzas Armadas. Las revisiones más significativas ocurrieron en 1860, 1879, 1951, 1994, 2000 y, más recientemente, el 4 de agosto de 2020, con el Real Decreto 725/2020, que regula su funcionamiento actual. A lo largo de su historia, la Orden ha mantenido su esencia: reconocer la perseverancia y la integridad en el servicio militar.
Finalidad y Estructura
La Real y Militar Orden de San Hermenegildo tiene como objetivo principal distinguir a los oficiales generales, oficiales y suboficiales del Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire, los Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil. Para ello, se valoran dos aspectos fundamentales: la constancia en el servicio y una conducta intachable, conforme a las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas. Este reconocimiento no se basa en actos heroicos aislados, sino en una trayectoria sostenida de excelencia y compromiso.
La Orden se organiza en varias categorías, que reflejan distintos grados de mérito y antigüedad:
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Cruz: Otorgada tras un mínimo de 15 años de servicio impecable.
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Encomienda: Concedida después de 20 años, incluyendo cinco como Caballero o Dama de la Cruz.
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Placa: Reservada para quienes acumulan al menos 25 años de servicio y, en el caso de oficiales generales, tres años ostentando esa categoría.
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Gran Cruz: La máxima distinción, otorgada por real decreto y acordada en Consejo de Ministros, generalmente a oficiales de alto rango con una carrera excepcional.
El ingreso o ascenso en la Orden requiere un expediente limpio de notas desfavorables y se inicia a solicitud del interesado, un proceso que culmina con la aprobación del Ministerio de Defensa o, en el caso de la Gran Cruz, del Consejo de Ministros. Su Majestad el Rey, como Soberano de la Orden, preside el Capítulo, un órgano superior que se reúne cada dos años en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial para celebrar sus actos solemnes.
Simbolismo y Tradición
La insignia de la Orden está cargada de simbolismo. Su escudo, de contorno circular, muestra a San Hermenegildo a caballo, portando una palma de martirio, todo en oro sobre un campo azul. La bordura blanca lleva la inscripción "Real y Militar Orden de San Hermenegildo", y el conjunto está adornado con ramas de laurel y una Corona Real, evocando victoria y autoridad. Estas imágenes refuerzan los valores de lealtad, sacrificio y honor que la Orden representa.
Además, la Orden cuenta con un estandarte propio desde 1961, al que se rinden honores militares en sus ceremonias, subrayando su carácter de institución viva y respetada. Es una de las pocas órdenes españolas que nunca ha sido abolida desde su fundación, lo que la convierte en un vínculo único entre el pasado y el presente de la tradición militar española.
Relevancia Actual
En la España del siglo XXI, la Orden de San Hermenegildo sigue siendo un reconocimiento codiciado, no solo por su prestigio, sino por lo que implica: una carrera militar marcada por la integridad y la dedicación. Más allá de las condecoraciones físicas —cruces, placas y encomiendas—, pertenecer a la Orden otorga un sentido de pertenencia a una tradición de excelencia. Quienes la reciben no solo son honrados individualmente, sino que elevan el prestigio de las Fuerzas Armadas como institución.
Un aspecto notable es su exclusividad: solo los españoles pueden ingresar en ella, lo que la distingue como una distinción profundamente nacional. Además, su reglamento establece que quienes sean dados de baja por incumplimiento de las leyes militares pierden el derecho a ostentar sus insignias, reforzando la exigencia de una conducta irreprochable incluso después de recibirla.
Conclusión
La Real y Militar Orden de San Hermenegildo es mucho más que una medalla o un título; es un testimonio de los valores que sustentan el servicio militar: constancia, honor y lealtad. Desde su creación en 1814, ha evolucionado sin perder su esencia, adaptándose a los tiempos mientras preserva su prestigio y relevancia. En un mundo en constante cambio, esta orden sigue siendo un faro de tradición y un recordatorio de que el verdadero mérito reside en la dedicación sostenida y el compromiso con los ideales más elevados.
España – Medalla de África 1860
La medalla fue instituida por Real Decreto de 10 de mayo de 1860, la medalla es de plata, tiene forma circular, sobre una cruz, rematada por una corona real, en el anverso tiene la efigie de la reina Isabel II y la fecha 1860 y la inscripción “campaña de África” en la parte inferior. En el reverso el listado de batallas de la campaña.
Coleccionar la medalla:
Existen diferentes calidades de fabricación.
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España – Medalla de la campaña de Cuba 1895-1898
La medalla fue instituida por Real Orden de 1 de febrero de 1899, creándose una medalla para el ejército y la Armada y otra para los voluntarios.
La primera cuenta con una corona real dorada, la medalla es circular y de bronce, rodeada de un laurel, con la efigie del rey y la reina regente con la inscripción “Campaña de Cuba 1895-1898” y en el reverso las iniciales AXIII y la inscripción “al ejército de operaciones”.
Cada pasador sobre la cinta señala un año de campaña.
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La segunda es igual que la anterior, pero sin corona ni orla de laurel, en el anverso la inscripción “A los voluntarios de Cuba” y en el reverso “Campaña de Cuba 1895-1898”, la cinta es mitad morada mitad roja.
España - La Orden Imperial del Yugo y las Flechas (1937-1976)
La Orden Imperial del Yugo y las Flechas (1937-1976)
Establecida en plena guerra civil por Decreto de fecha 10 de Ocutbre de 1937 se creó como la más alta condecoración del Estado Español al mérito nacional, en 1943 se publicaba su reglamento, y era concedida tanto a nacionales como a extranjeros.
El diseño de la Orden consta de el haz de cinco flechas y el yugo sobrepuesto, sobre este el lema “Caesaris caesai, Dei Deo” (Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Sobre una cruz dorada de brazos negros.
La Orden constaba de cinco categorías:
1-Collar (limitada a 15 collares)
2-Gran Cruz (limitada a 250 grandes cruces)
3-Encomienda con placa (limitada a 500 encomiendas)
4-Encomienda sencilla
5-Medalla
En una primera época la Orden se fabricó en plata dorada y los brazos en onix, más tarde el onix se sustituyo por esmalte negro, aunque pueden encontrarse ejemplares en metal y otros en oro y pedrería en diferentes calidades, siendo estás últimas normalmente piezas que se regalaban al condecorado de forma particular.
En la foto una Gran Cruz de 1ª época (plata dorada y onix), consta de banda y venera, placa y miniatura.

Cuestiones básicas sobre condecoraciones españolas 1: La Orden del Mérito Militar – épocas.
La Orden del Mérito Militar fue establecida por la Reina Isabel II en 1864 con el objeto de premiar acciones meritorias tanto por méritos de guerra (distintivo rojo) como en servicio en tiempo de paz (distintivo blanco), a partir de 2003 se establecieron los distintivos azul (mérito en el marco de misiones internacionales) y amarillo (fallecimiento o graves lesiones en servicio en tiempo de paz).
El objeto de este artículo es ayudar al coleccionista a determinar con sólo observar algunos detalles a diferenciar la época en que fue producida la condecoración en cuestión, fundamentalmente debemos centrar nuestra atención en tres elementos clave: la corona y los centros del anverso y reverso.
La corona:
Distinguimos tres tipos de coronas que estuvieron en uso según el régimen político del momento histórico en que se fabrico la condecoración.
Corona Real: 1864-1868, 1868-1871, 1871-1873, 1876-1931, 1978-actualidad

Sin Corona: 1873-1874
Corona Mural: 1931-1938

Corona Imperial: 1936-1978

Centro del anverso:
Escudo contracuartelado de castillos y leones, la granada en punta y escusón central con tres flores de lys. 1864-1868 y 1876-1931

Escudo contracuartelado de castillos y leones, la granada en punta y escusón central con la cruz de Saboya. 1871-1873
Igual que el anterior, con la cruz de Saboya esmaltada en blanco sobre fondo rojo en el escusón central.
Escudo contracuartelado de castillos y leones, la granada en punta. 1868-1871, 1873-1874 y 1931-1938.

Escudo contracuartelado de castillos y leones, escusón central con la granada. 1936-2003.

Escudo cuartelado con las armas de Castilla, León, Aragón y Navarra, la granada en punta y el escusón con tres flores de lys. 2003-actualidad

Centro del reverso:
Centro con la cifra Y2 1864-1868

Centro con las iniciales “MM” 1868-actualidad.

Centro con el texto “mérito militar” 1868-1871 (variante)
Ejemplos y observaciones:
1-Ahora debemos centrar nuestra atención en las diversas combinaciones posibles, por ejemplo, una Cruz de época de Isabel II (1864-1868) y otra de Alfonso XII o Alfonso XIII (1876-1931) serán iguales en el anverso (misma corona y mismo centro) sin embargo diferirán en el centro del reservo (Y2) frente a (MM) como puede observarse en las siguientes imágenes:


2-Algo similar ocurrirá cuando comparemos una Cruz del Gobierno provisional (1868-1871) y una de la Segunda República (1931-1939), nos encontraremos con unos centros, tanto de anverso, como de reservo, idéntico, pero la corona de la primera será Real, mientras que la de la segunda será Mural.

3-Por último diferenciaremos entre una Cruz de época de Franco 1936-1978 con una de la primera época de Juan Carlos I, como se puede observar el cambio es únicamente en la corona, permaneciendo los centros inalterados hasta el Reglamento de 2003.

4-Existen multitud de variantes en forma, material y tamaño según su fabricante, este es sin duda, uno de los grandes alicientes del coleccionismo de dicha Orden, pues ofrece un enorme abanico de posibilidades al coleccionista para especializar su colección y numerosas posibilidades para investigar cada detalle.























